Distancia
Antolín Orozco y León Esteban son también representativos de la poesía de tierra caliente, ambos han sido impulsados desde los talleres literarios promovidos por el maestro Hernández Avelar (1930), uno de los poetas vivos calentanos más destacados no solo por su calidad lírica sino por si disposición humana y generosidad demostrada en el impulso de los talleres de poesía y ediciones en esa apartada y abrupta región.
Como buen calentano, Antolín se apega a la tierra, esa tierra caliente y agreste que se hace germinar con mucho esfuerzo, esa tierra que de tanto sudor derramado por la inclemencia del tiempo incrementa el apego al terruño. Su poesía germina en esos calores que lo adormecieron en la cuna, le canta a la tierra, a los ríos, al viento y, por supuesto, a las musas de las calidad aguas de aquellas regiones:
Distancia
QUE LASTIMA, AMOR
que tus flores se marchiten
en el amanecer
de una esperanza
Que lastima, amor
que tus avecillas, enjauladas,
permanezcan en jardines artificiales
Que lastima, amor
que la distancia y los Andes
marquen tu rostro con huellas
de desesperación.
Que lastima, amor
que unas botas infames
pisotearan tu huerto
Que lastima, amor
que no estemos juntos
para soltar palomas en la eternidad.
Visita
EL SOL VISITO MI CASA DE ADOBES AMARILLOS
alumbró los recuerdos
que permanecían en la sombra espectral de noches vacías
a punto de extinguirse
por el frio callado de ayeres sin memoria.
Fuente: Manzano, A. M. (2014). “Vuelo de tigre”. Antología de poesía guerrerense., D. F.: Universidad Autónoma de Guerrero / Ediciones Eón (Poesía).